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Acuerdo entre Glencore-Cerrejón y Sintracarbón: la urgencia de un diálogo para un cierre justo con los trabajadores

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Desde 2021, el actuar de la empresa multinacional Glencore, ahora propietaria de la totalidad de Cerrejón, ha generado inquietud entre los trabajadores del sector carbonífero en Colombia, especialmente debido a los despidos masivos y la renuncia de títulos en el César. 

Sin embargo, el 22 de febrero el panorama en El Cerrejón pareció tomar un rumbo prometedor tras la reciente firma de un acuerdo entre el sindicato Sintracarbón y la compañía, marcando un precedente en la negociación laboral y los planes de cierre que conlleva la transición energética.  

Un giro positivo en las negociaciones  

 

Sintracarbón y Carbones del Cerrejón han llegado a un acuerdo, firmando una nueva Convención Colectiva de Trabajo con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2027, pues la propuesta de la empresa de extender la negociación por cinco años resultaba contraproducente al limitar las posibilidades de negociación, teniendo en cuenta el cese de operaciones programado para 2034.  

Este acuerdo, que incluye un aumento salarial significativo – de un 11.28% para 2024 y los tres años siguientes en IPC+1%-, bonos y mejoras en las condiciones laborales como el número de préstamos de vivienda y becas de estudio, refleja una mejora en las condiciones de los trabajadores. Sin embargo, el aumento pudo ser mejor tomando en consideración las ganancias multimillonarias de los últimos años.  

Compromisos concretos frente al plan de cierre 

 Al ser divulgada la estrategia de cierre y entrega de operaciones de Cerrejón,donde pese a detallar la aprobación de los requerimientos ambientales con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y los pasos a seguir para un cierre responsable de las operaciones mineras, la empresa evitó cualquier mención sobre el futuro de sus empleados y las medidas a tomar para garantizar su bienestar y un plan de protección social. 

Este silencio no sólo resultaba alarmante, sino que también evidenciaba una falta de compromiso con las responsabilidades laborales, dejando a los trabajadores en un estado de incertidumbre frente a su futuro.  

No obstante, lo más notable de la negociación es el acta extraconvencional firmada, que compromete a Carbones del Cerrejón a incluir a los trabajadores en las discusiones sobre el plan de cierre de la mina. Este compromiso, se espera garantice la participación de los trabajadores en este proceso crítico. 

Actuaciones previas de Glencore que generan desconfianza  

La desconfianza hacia el Plan de cierre de Glencore en el Cerrejón no es infundada. Como antecedente más reciente, el caso Prodeco en el Cesar ha dejado un rastro de más de 6.000 empleados de la empresa a la deriva, incluyendo a trabajadores con fuero sindical, trabajadores enfermos y cabezas de familia. 

Además, las actuaciones de la empresa en otros países han dejado un rastro de preocupaciones sobre su compromiso con la responsabilidad laboral.  

La habilidad de Glencore para retirarse de las operaciones mineras sin asumir responsabilidades laborales significativas, también se ha evidenciado en los despidos masivos en minas Sudáfricay más recientemente,en Zambia, exacerbando el temor de que un patrón similar continúe en Colombia. 

Estos eventos previos generan serias dudas sobre la voluntad de la empresa para negociar de buena fe y tomar medidas concretas para proteger los derechos de sus empleados quienes le han servido por décadas.  

El rol clave del diálogo y la vigilancia  

Aunque el historial de Glencore en otros territorios ha generado desconfianza, el reciente acuerdo en Cerrejón marcaría el inicio de una nueva era de negociaciones laborales en el sector, ya que es vital para los trabajadores directamente impactados y establece un precedente para la industria minera en Colombia y potencialmente en otros países donde opera Glencore.  

El compromiso de incluir a los trabajadores en el plan de cierre y las mejoras en las condiciones laborales son señales de un posible cambio hacia prácticas más justas y empresarialmente más responsables. 

Pese a ello, la vigilancia y el diálogo continuo son elementos cruciales para asegurar que estos compromisos se traduzcan en acciones concretas que protejan los derechos y el bienestar de la fuerza laboral durante la transición energética. 

El Colectivo de Trabajadores por la Transición Justa, donde también se encuentra Sintracarbón, deberán seguir interviniendo activamente en los diálogos que determinan las condiciones laborales de los trabajadores en medio de la transición, proclamando el respeto a los derechos laborales y contribuciones de quienes han dedicado su vida al sector carbonífero.  

Fecha de publicación 03 03 2024