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Devolución de títulos mineros en el Cesar: de espaldas a los trabajadores y sin liderazgo Estatal

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Enorme incertidumbre genera la decisión de la Agencia Nacional Minera, luego de varias negativas, de permitir a la empresa Prodeco - Glencore, devolver 3 de los 5 títulos mineros que tiene en la región del Cesar al norte de Colombia. Ante el cierre definitivo de las minas, los trabajadores se preguntan: ¿dónde está  el Estado colombiano para garantizar sus derechos y los de las comunidades?

Un año y medio después de haberse conocido la intención de Prodeco de devolver los títulos de sus minas en la Jagua de Ibirico y Calenturitas, finalmente llega la decisión: En un comunicado, “Glencore puede confirmar que su filial colombiana, Prodeco, ha sido notificada formalmente por la Agencia Nacional de Minería (ANM) de que ha aceptado la cesión de los principales contratos mineros de Prodeco a la República de Colombia.”

Los trabajadores y sus representantes sindicales no confían en el actuar de la multinacional con relación al  cumplimiento de sus obligaciones puesto que desde que se anunció el cierre de minas, su comportamiento ha sido ausente de diálogo , sus decisiones han sido arbitrarias y de espaldas a los más de 5 mil trabajadores directos y casi 6 mil indirectos que le permitieron por décadas a esta multinacional suiza mantener un negocio lucrativo.

Una desesperanza que embarga a el movimiento sindical y que se expresa en las palabras de Luis Fernando Ramírez, presidente del sindicato Sintramienergetica, seccional La Jagua: “a pesar de que el país muestra un avance significativo en materia de precios y productividad, esta empresa se mantuvo en su posición de irse porque simplemente se quería ir; aquí le entrego su carpa con sus payasos y me voy, y así quedamos nosotros con la función de este circo y a expensas del Ministerio del Trabajo.”

Los trabajadores denuncian además la ausencia total del liderazgo del Estado en este proceso y el nulo diálogo social. La organización sindical se ha estado moviendo por los diferentes escenarios políticos desde que comenzó la crisis: “hemos hablado con bancadas del Congreso, con el Ministerio del Trabajo, Procuraduría, alcaldías, gobernaciones, secretarás de minas, en fin, con todos esos entes que podrían darnos la mano en este proceso y miren el resultado de hoy: devolución de títulos mineros, desempleo y abandono de una región”, apunta Ramírez.

El impacto del cierre de minas de carbón en el Cesar no solo afecta a los trabajadores y sus familias, sino a toda una región cuyo proyecto social, económico y cultural ha girado en las últimas décadas alrededor del carbón. Por qué entonces ¿autoridades como el ministro de Minas y Energía, de Trabajo o Ambiente no han salido a explicarle a Colombia y sobre todo a las poblaciones involucradas, cuál es el plan de contingencia para esta crisis?

Despidos, retiros voluntarios e intimidación

Desde el comienzo de esta crisis, la empresa Prodeco-Glencore se mostró renuente a mantener un diálogo franco con sus trabajadores. Así lo denunciaba en su momento Sintramienergetica: “no han llevado a cabo previamente ninguna reunión informativa con sus trabajadores y sus organizaciones”. Incumpliendo con esto los compromisos de la OIT con relación al diálogo con los sindicatos y también los lineamientos frente al cierre de minas de los Códigos de Conducta a los que se ha adherido esta multinacional.

La estrategia de la compañía ha sido  el despido y la apertura de planes de retiro voluntario, siempre, denuncian los trabajadores, en un clima de intimidación: “en febrero de este año, unos 90 trabajadores, que vieron que los otros estaban siendo despedidos, empezaron a acogerse al plan de retiro voluntario, aceptando lo que les ofrecía la empresa sin poder valorar, si ello compensaba los largos años trabajados, las afectaciones a su salud y lo más importante, si garantizaba sus derechos laborales”.

El pasado 23 de agosto Prodeco-Glencore despidió a más de 70 trabajadores y volvió a abrir un plan de retiro voluntario al que se acogieron pocos trabajadores pues gozaban de un fuero circunstancial que es un mecanismo del que gozan los trabajadores sindicalizados y no sindicalizados de no ser despedidos con ocasión de un procedimiento de negociación colectiva. La compañía no solo no quiso negociar, sino que, además, los despidió. El Ministerio del Trabajo de Colombia no se ha querido pronunciar frente a este tema

CNV Internationaal rechaza la forma como Prodeco-Glencore ha manejado la situación en sus minas de la región colombiana del Cesar al no sentarse con los sindicatos a negociar un plan social responsable de cara al cierre de sus actividades extractivas que garantice sus derechos fundamentales y laborales. Además, desde nuestra organización, vemos con enorme preocupación la situación en la que quedan los trabajadores mineros tercerizados, calculados en más del 70 % de la fuerza laboral del sector, quienes son los más afectados y desprotegidos.

Por su parte, la organización sindical Sintracarbón que reúne trabajadores del sector del carbón en los departamentos del Cesar y la Guajira, solicitó a través de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, una reunión de carácter urgente con el Ministerio del Trabajo y con la Agencia Nacional de Minería para que se aclare cómo se van a garantizar los derechos de las y los trabajadores.

El caso Prodeco, una alerta

Aunque en la región colombiana del Cesar se venía hablando hacía varios años de la posibilidad de cierre de minas, nadie aventuraba que se fuera a dar tan rápido y, sobre todo, sin un plan claro y concertado de transición. En medio de un alza importante en los precios del carbón y con una demanda disparada, es difícil pensar en términos de una descarbonización de la economía en este caso, de la colombiana. Sin embargo, el caso Prodeco y los compromisos cada vez más apremiantes desencadenados por la crisis climática mundial, nos obliga a prepararnos para una transición energética que además sea justa y no deje atrás a nadie.

CNV Internationaal ha iniciado acciones conjuntas con varios sindicatos del carbón reunidos en el Colectivo de Trabajadores por una Transición Justa y el próximo 6 de octubre lanzará el Observatorio Laboral para la Transición Justa con el fin de emprender un diálogo abierto e inclusivo con todos los actores de la cadena internacional de valor. Un proceso que ya arrancó para evitar que suceda lo que está ocurriendo en regiones como Cesar donde poblaciones como la Jagua de Ibirico, hoy se ven desoladas, como si hubiera pasado un huracán arrasando con todo y dejando en vilo a poblaciones que otrora, estaban llenas de vida y actividad comercial. “Si nos hubiesen escuchado como sindicato en el momento en el que nosotros planteamos que debíamos ir acorde al Acuerdo de Paris que firmó Colombia,  preparándonos en un proceso de transformación energética con reconversión de mano de obra, hoy los trabajadores estuvieran yendo en esa ruta y no estuviéramos ante una región en crisis y sin posibilidades”, se lamenta el líder sindical, Luis Fernando Ramírez 

Fecha de publicación 30 09 2021